Reseña "Liberación" de Víctor Estévez Sánchez

"Liberación"

Víctor Estévez Sánchez

Título: Liberación

Autor: Víctor Estévez Sánchez

Páginas: 492 apróx.

ISBN: 978-84-16916-44-3

Género: Ciencia Ficción

Editorial: Létrame

P.V.P: 9,95€

Sinopsis:

La gran ciudad de Lohir se sume en la oscuridad, atrapada entre el corrupto y opresor gobierno de Hunter Madrash, y las Mafias de los suburbios. Lex, un joven médico, y su compañera Leah, se verán envueltos en una red de engaños, mentiras y peligros, al intentar ayudar a la misteriosa Helena. En su huida por las tenebrosas calles de la ciudad, con la seguridad del gobierno pisándoles los talones, descubrirán secretos bien guardados entre las sombras del pasado.

Lealtad, traición, supervivencia, amor y codicia se mezclan a partes iguales en Liberación. Una trepidante historia repleta de acción y decisiones difíciles, que pueden dar un giro al destino.

¡Hola, hola! ¿Cómo habéis pasado la Semana Santa? Espero que genial y que hayáis leído mucho. Yo he aprovechado para descansar, pero también releer y preparar alguna que otra reseña, como esta que os traigo hoy del libro de Víctor Estévez Sánchez, "Liberación" y publicado por Letrame editorial. Una historia de ciencia ficción que nos evoca a ese mundo distopico de Blade Runner.

Desde aquí, gracias a la editorial por el ejemplar.

La ciudad de Lohir, gobernada bajo el yugo del gobierno de Hunter Madrash, se ve de repente ensombrecido con un atento que descoloca a toda la ciudad así como al gobierno. La vida de Alexander (Lex), un médico del hospital de Lohir, se ve de repente turbada cuando Helena, la artificiera del atentado aparece malherida en el hospital y él, sin saber muy bien por qué, guiándose por una corazonada, la ayuda a escapar de la seguridad de la ciudad, viéndose así envuelto en un viaje inesperado junto a Leah, su enamorada. Un viaje cargado de peligros, muertes, engaños y descubrimientos de secretos ante todo inesperados que permanecían muy bien ocultos hasta un final de infarto.

Lo primero que vemos de esta historia es su portada. A simple vista es misteriosa con ese cielo nocturno, una ciudad a los pies de una pareja contemplando la misma, aunque sí es cierto que engaña y bastante, porque con un primer vistazo lo que puedes llegar a creer sin leer la sinopsis es de que se trata de una comedia romántica, aunque no use colores pasteles como viene siendo habitual en este tipo de novelas.

El libro viene dividido por capítulos, cada uno nombrado, algunos más extensos que otros, pero más o menos en la misma línea de extensión, algo que indica (como más adelante se ve) que el autor ha mimado y cuidado mucho la historia a la hora de escribirla, mucho más siendo la primera novela del autor, médico de profesión y que deja mucho de su trabajo y de su día a día en la vida de Alexander, el protagonista. De esta forma, Alexander es un personaje maduro, bien estructurado, que sabe lo que se hace y dónde se mueve en su campo. Y ya no solo él, sino también su amor, Leah, también médico. Este detalle hace mucho más grande la historia, puesto que, estoy seguro, además de la sabiduría de su profesión, el autor ha dejado mucho más que eso en sus personajes, sobre todo en el protagonista, como sentimientos, profundas reflexiones o alguna que otra anécdota real, y con gran arriesgo y gran acierto.

La trama va in crecendo desde el principio hasta culminar con un final ante todo inesperado que da un giro a la historia de 180º y que he de decir que me dejó con la boca abierta. Cierto es que no sabía bien cómo iba a terminar, pero las últimas páginas son todo un acierto en la novela y que deja sin palabras. Víctor Estévez ha sabido crear un fin potente que te deja pensativo al cerrar el libro tras la última página. Ese giro me ha encantado, me ha dejado sin aliento, sobre todo por el tema que trata y que da puntos extra a la historia.

Por otro lado, no deja nada al azar y demuestra que su imaginación no tiene límites: los detalles, las descripciones de Lohir y todo el ambiente que envuelve son únicos y muy vivos. No dejan de ser archiconocidos por su distopía y mundo futurista, pero también, a su modo, originales.

El lenguaje que usa el autor a veces es sencillo, ni siquiera cuando se adentra en términos médicos. No escatima en detalles y se viven las experiencias como si fuéramos los propios personajes. La sangre, las heridas, las muertes... todo es muy real (estas escenas son mi punto fuerte). Los pensamientos en primera persona de Alexander lo vuelven humano y nos hacen ser parte de él. 

Como ya he dicho de Alenxader y Leah, todo los personajes, ya sean secundarios o principales, están bien estudiados y forjados que cuando el bueno no es tan bueno ni el malo tan malo no puedes más que quedarte con la boca abierta, perplejo, porque el autor nos ha engañado con maestría.

Algo que también me ha gustado, y mucho, son los momentos flash back a modo de sueños de Alexander donde nos relata cómo fueron sus inicios con Leah u otros detalles del pasado que conectan con el futuro y que nos hace ver que Alexander, ya desde un principio, estaba ligado a los tejemanejes  del destino.

No todo ha sido positivo, he de ser sincero. Al principio se me hizo un poco cuesta arriba, sobre todo por las constantes reiteraciones del autor por explicar cómo huele el cabello de Leah. Se centra en esa parte bastante en la parte sentimental del protagonista eclipsando la idea central, aunque después esta parte queda más relegada y la historia toma otro rumbo que te lleva en un vaivén de emociones y sensaciones.

¿Qué más decir? Para los amantes de la buena ciencia ficción, esta es tu historia. Para los que no, también, porque es muy humana dentro de la ficción y no dejará a nadie indiferente.

Por esto, y mucho más, le doy mis 4 cascabeles.