lunes, 21 de mayo de 2018

Reseña "El violín que estaba triste" de María José Voltes

"El violín que estaba triste"
María José Voltes



Título: El violín que estaba triste

Autor: María José Voltes
Ilustraciones: Ana López Caro

Páginas: 95 apróx.

ISBN: 978-8415943600

Género: Infantil

Editorial: Toromítico

P.V.P Papel: 16.50€

Sinopsis


Claudia, una niña de doce años, viaja a Hamburgo junto con su padre. Allí solo cuenta con un amigo, su primo Edu; apenas sabe unas palabras de alemán y añora su país, España. Pero un día, al caer la tarde, Claudia escucha una melodía que parece provenir del desván. El sonido de un violín, sin duda. Pero... ¿quién lo toca? Con la ayuda de Edu, pronto conocerá a un singular personaje: Franz, un violín Stradivarius con dos siglos de antigüedad, que no ha logrado superar el estreno fallido de un concierto de Mendelssohn, y que necesita ayuda para recobrar la fe en sí mismo.

"El violín que estaba triste" es un hermoso cuento que, además de cautivar la atención del lector más joven, le ayudará a familiarizarse con el fascinante mundo de la música clásica. Un regalo para toda la vida.





¡Hola, hola! Hoy os traigo la reseña de un libro infantil que ha sido un placer poder leer, ya no solo por las ilustraciones de Ana López Caro que son todo un deleite a la vista, sino también por la historia que cuenta, una historia entrañable, una historia de valores, una historia de superación. 

"El violín que estaba triste" nos habla de música, nos hace viajar al pasado estando en el presente; nos permite conocer historia disfrutando. Y es que María José Voltes ha creado una historia mágica que llega para quedarse en el corazón del lector, ya sea adulto o pequeño.

¿Vamos a conocerlo un poco más?

-Gracias a la editorial por el ejemplar-

La vida de Claudia da un revés cuando tiene que abandonar su amada España con tan solo doce años para viajar a Alemania en busca de un futuro mejor. En España no hay trabajo y allí hay muchas posibilidades. Esperando un milagro que no llega, Claudia se marcha a ese nuevo país sin conocer apenas el idioma ni saber qué va a encontrar allí, aunque le queda la convicción de que con la ayuda de su primo Edu que ya vive allí todo será más llevadero.

Su vida da un giro inesperado estando en Alemania cuando escucha una melodía que parece ser solo ella escucha, una melodía que se repite una y otra vez, una melodía que proviene de un desván olvidado. Un triste violín Stradivarius de nombre Fritz que no logró pasar el estreno de un concierto en Mendelssohn de una famosa obra de Beethoven, viendo relegado por otro, provocando que Fritz vive sumido en las sombras y necesite recobrar la fe en sí mismo para volver a tocar. Y Claudia está dispuesta a ayudarle.

Lo primero que tenemos de este cuento es su portada. Sobre un fondo apergaminado vemos una ilustración que refleja muy bien lo que el título índica y lo que nos vamos a encontrar: a Claudia, la protagonista, y a Fritz, ese violín Stradivarius que ha tenido mejor vida y que ahora no deja que nadie lo toque. Una ilustración tierna, emotiva y directa. En la contraportada podemos ver al dueño de Fritz en su momento más glorioso.

"El violín que estaba triste" cuenta un prólogo en el que la autora nos habla y nos da unas recomendaciones para disfrutar más de este cuento y así podamos comprender un poco más a Fritz, además de disponer de un correo electrónico con el que poder comentar con ella aspectos de la historia.

No tenemos capítulos propiamente dichos. El pasado y el presente se diferencian por la fecha y el lugar en que ocurrieron y ocurren los acontecimientos. Y es que lo mismo estamos en Viena (Autris) en 1806 que estamos en Hamburgo en 2015. De esta forma, la autora se asegura de que conocemos un pasado verdadero aunado con una historia de ficción que nos permite conocer datos desconocidos para muchos.

Entre estos "capítulos" encontramos ocho ilustraciones a color a modo de postales que cuando las vi no pude más que enamorarme. Muchas de estas ilustraciones vuelven a aparecer salteadas a lo largo del cuento esta vez en blanco y negro.

La historia se nos cuenta en tercera persona para que, de esa forma, podamos vivir las historias paralelas a la de Claudia. 

La pluma de María José Voltes es delicada y cercana, a veces incluso con cierto aire infantil para que los pequeños lectores puedan entender todo con facilidad y se cree al instante una conexión entre la historia y el lector, algo admirable puesto que adaptarse a un lenguaje sencillo para un publico joven a veces puede ser un tanto difícil. 

Los personajes apenas tienen descripciones, pero el cariño con el que la autora los trata hace que no necesiten ser descritos, porque ya esos hablan por sí solos y crean con el lector un vínculo. A veces, menos es más y en este cuento lo es: la imaginación debe hacer el resto.

¿Qué es lo que más me ha gustado? ¡Hay tanto que me ha gustado en esta historia! La cantidad de valores, el acercamiento de la historia musical a los más pequeños, la ternura de Claudia y sus ganas de ayudar a Fritz... Sin duda, es una historia que releeré una y otra vez, escuchando de fondo el Concierto para Violín de Beethoven. 

¿Un punto negativo? En este caso diré que la repetición de ilustraciones. Hubiera preferido ver más ilustraciones o, en todo caso, dejar solo las ilustraciones a color sin más, pero no repetirlas en blanco y negro.

¿Qué más puedo decir? "El violín que estaba triste" es un cuento que acerca lo especial de la música clásica a los más pequeños y mayores, aunando historia y ficción en un viaje cargado de melodías y valores de la mano de Claudia y el violín Fritz.

Por esto y mucho más, le doy mis 4 cascabeles.





3 comentarios:

  1. Muchas gracias Manuel por tus bonitas palabras sobre este entrañable libro. Un abrazo.

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  2. ¡Hola!

    Vengo de la iniciativa Seamos Seguidores. Estoy bicheando un poco lo que hay en la inmensa lista y me he topado con el tuyo. Me ha gustado tanto el diseño que ya solo por eso, me apetece quedarme a leer. Así que tienes una nueva seguidora.

    No conocía este libro, pero tiene una pinta de lo más encantadora. Lo voy a tener muy en cuenta.

    Te invito a pasar por mi blog, quizá encuentres algo de tu interés (y como he leído que eres ilustrador, lo mismo sí, ya que suelo tratar bastante cuestiones artísticas).

    Un saludo.

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    1. ¡Hola, Paola! Muchas gracias por pasarte por el blog y quedarte por aquí. Ahora mismo me paso por tu blog y me quedo por allí.

      Un abrazo,

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