martes, 13 de marzo de 2018

Reseña "El pez número 14" de Jennifer L. Holm

"El pez número catorce"
Jennifer L. Holm



Título: El pez número 14

Autor: Jennifer L. Holm

Páginas: 172 apróx.

ISBN: 978-84-9838-814-5

Género: Middle Grade

Editorial: Salamandra

P.V.P Papel: 14€



Sinopsis

A Ellie no le gustan nada los cambios. Echa de menos la escuela primaria, a su mejor amiga Brianna e incluso a Nemo, el pez que había sido su mascota durante años. Un día, su madre, que es profesora de teatro en el instituto, llega a casa con un chico muy raro. Viste como un adulto y se comporta como un gruñón y un cascarrabias. Pero lo más llamativo es que, por increíble que parezca, se asemeja mucho a Melvin Sagarsky, el abuelo de Ellie, un científico que ha dedicado todo su esfuerzo a estudiar el envejecimiento humano. ¿No será que ese adolescente desgarbado es en realidad el abuelo Melvin? ¿Es posible que haya descubierto el secreto de la juventud eterna? 





¡Hola, hola! Hoy os traigo la reseña de un libro que aún no sé muy bien cómo me ha dejado, si contento después de su lectura o desilusionado. Ha sido extraño, la verdad.

"El pez número catorce" de Jennifer L. Holm es una historia bastante original, cierto, pero se me ha quedado corta en algunos aspectos que más adelante comentaré y también un poco a medio gas, cosa que no creo que tenga que ver con una historia Middle Grade tirando más al lado infantil. 

-Gracias a Boolino Friends por el ejemplar-

La vida de Ellie no ha dejado de cambiar desde que dejó atrás el colegio para adentrarse en el mundo de los mayores, el instituto, lo que conlleva dejar atrás amistades y la niñez. Para colmo, Nemo, el pez que lleva con ella años y años, fallece, dejándola con un enorme vacío y su niñera también la abandona por otro trabajo. ¿Pueden pasar más cosas? Sí, y es la llegada de un chico un tanto extraño, cascarrabias, como un abuelo harto de vivir que se queja por todo y que, por raro que parezca, se parece mucho a su abuelo, el mismo que iba a ir a visitarla.


La edición de "El pez número catorce" es sencilla, pero bella. Es en tapa dura (¡Qué me gusta a mí un libro en tapa dura!) con una ilustración sencilla sobre un fondo azul. La ilustración es muy llamativa e invita a pensar, y tiene mucho que ver con el interior: peces y ciencia. Ediciones Salamandra sabe cuidar mucho sus libros. ¡Hasta las guardas son naranjas, como Nemo, el pez de la protagonista. ¡No se ha perdido detalle de nada!

El libro cuenta con veintinueve capítulos bastantes cortitos todos y cada uno de ellos lo que hace que la lectura sea mucho más fluida de lo que ya lo es, porque la historia es muy fresca. Todos vienen con título y, además, vienen con un detalle que me ha enamorado. Y es que todos, a excepción de uno, viene con la ilustración de un pez. El capítulo uno tiene un pez, el dos, dos peces y así en adelante se van sumando peces según el número de capítulos, un detalle que tiene mucho que ver con Nemo, el pez de Ellie. El capítulo que rompe la excepción es una medusa, animal bastante importante en la historia, y que no diré por qué para no arruinaros la lectura.

La forma de escribir de Jennifer L. Holm es muy fresca, incluso con toques de humor que se ven a lo largo de la historia con Melvin, abuelo de Ellie. La historia está contada desde el punto de vista de Ellie, una preadolescente, por lo que el tono que se usa es similar al que usa una chica de su edad y está bastante conseguido. La forma de hablar, el cómo se ve el mundo a su alrededor, los problemas, etc. Esto conjunto hace que la lectura sea muy ágil y que la leas en un santiamén.

Y es que la novela, además de tratar de acércanos la ciencia a los lectores, trata las relaciones familiares, lo que esto supone para un niño y mucho más cuando los padres están separados como los de Ellie, pero que, sin embargo, ambos se llevan muy bien, sobre todo por el bien de su hija. También habla de la relación nietos y abuelos. Cuando el abuelo de Ellie se marcha a vivir con ellos (y no de la forma que ella siempre lo ha visto), su percección hacia él cambia y hay un nuevo acercamiento así como un descubrimiento de otra realidad.

Sin embargo, aunque esto es maravilloso, que los libros traten de inculcar valores, creo que la autora ha abandonado la parte central de la trama y se ha ido más por otros redoderos. Y es que -spoiler- cuando el abuelo de Ellie encuentra la fórmula de la eterna juventud convirtiéndose de nuevo en adolescente, se nos dice con qué animal la encuentra, pero no cómo es el proceso, etc., y es lo que me ha faltado y hace que la historia se me haya quedado coja y aún no sepa qué impresión llevarme del libro, porque el final es muy bonito, pero...

En cuanto a los personajes están muy bien estructurados, sobre todo Ellie y su abuelo, ya que este se tiene que adaptar a un nuevo cuerpo, a una nueva edad, edad que ya dejó atrás y, para colmo, tener que regresar a ella en pleno s.XXI donde todo es tan distinto, y mucho más cuando lo ves con la mente de un adulto y, para añadir más, científico.

¿Qué es lo que más me ha gustado? La cantidad de valores que nos inculca: el paso del tiempo, en creer en el futuro que es el ahora y no el mañana; las relaciones familiares y las amistades; el acercamiento de la ciencia con descubrimientos de grandes científicos que para la mayoría son desconocidos; la fugacidad y fragilidad de la vida así como los prejuicios preconcebidos que muchas veces tomamos de las cosas.

¿Un punto negativo? El punto negativo es el que ya he citado antes: me ha faltado saber el proceso que lleva a Melvin a la eterna juventud. Además, la historia es vertiginosa, va demasiado rápida y me ha faltado un poco más de reposo entre capítulo y capítulo, conocer más detalles y no dar por echo cosas.

¿Qué más puedo decir? "El pez número catorce" es una bonita historia sobre el paso del tiempo, sobre la importancia de la vida, de los seres queridos, sobre los pececitos naranjas que todos hemos tenido en casa de pequeños, con toques de humor que arrancarán alguna que otra carcajada; con un final con una moraleja muy emotiva y con la base de la ciencia por delante, invitando a reflexionar sobre hasta qué punto debe llegar la investigación humana. Una historia para grandes y pequeños.

Por esto y mucho más, le doy mis 3 cascabeles. 




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